Una alimentación sana durante el embarazo: ¿cómo superar la deficiencia energética crónica?

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Embarazada preparando una dieta sana y nutritiva

La deficiencia energética se caracteriza por una ingesta insuficiente de macronutrimentos, entre ellos carbohidratos, proteínas y grasas, así como de micronutrimentos.

La deficiencia energética crónica (CED, por sus siglas en inglés) es un problema nutricional derivado de la falta de una ingesta de alimentos durante un periodo prolongado. La CED se caracteriza por una deficiencia de macronutrimentos, entre ellos carbohidratos, proteínas y grasas, así como de micronutrimentos.1

Un índice de masa corporal (IMC) inferior a 18.5 kg/m2 refleja un estado de malnutrición y, por lo general, está relacionado con una salud y una calidad de vida deficientes.2,3

Las mujeres embarazadas son uno de los grupos más vulnerables debido al aumento de las necesidades energéticas durante este periodo.1 La prevalencia de la CED en mujeres embarazadas ronda el 14.8 %, un porcentaje superior al umbral estimado para los problemas de salud pública en esta población.1

El bajo peso materno antes del embarazo y el escaso aumento de peso durante el mismo se han asociado a resultados adversos del embarazo.4

El impacto de la CED en los resultados de embarazo

Si una mujer padece CED antes del embarazo, puede haber importantes riesgos perinatales, como partos prematuros, mortinatos, bebés con bajo peso al nacer y bebés pequeños según la edad gestacional. Las mujeres desnutridas corren el riesgo de dar a luz a bebés desnutridos, de estatura más baja, con un desarrollo cognitivo deficiente y un mayor riesgo de mortalidad y morbilidad.5

Según estimados de UNICEF, unos 20.5 millones de recién nacidos sufren bajo peso al nacer en todo el mundo. La cantidad es impactante.6

Durante el embarazo, la CED puede provocar anemia, hemorragias, bajo peso materno y varias enfermedades infecciosas. Asimismo, puede estar indirectamente relacionada con la muerte materna.1 Un aumento de peso inadecuado en la segunda mitad del embarazo (después de las 20-24 semanas de gestación) está relacionado con un mayor riesgo de parto prematuro.4

La importancia de las intervenciones nutricionales para prevenir resultados adversos

Durante el embarazo y la lactancia, aumentan considerablemente las necesidades de energía, macronutrimentos y micronutrimentos. El aumento de la demanda debe ir acompañado de un incremento en la ingesta calórica de unas 300 kcal/día durante el embarazo.7

  • El aumento de las necesidades energéticas puede variar en función de la edad, el IMC y el nivel de actividad de la mujer. La ingesta de calorías también debe basarse en estos factores.
  • Las necesidades energéticas no cambian en el primer trimestre, pero aumentan en el segundo (un estimado de 340 kcal al día) y el tercero (452 kcal al día). 
Embarazada sacando frutas y verduras

Una mujer embarazada con bajo peso expone a su bebé a un mayor riesgo de complicaciones debidas a la malnutrición. Las mujeres con bajo peso deben ser monitoreadas de cerca para garantizar que cumplen los requisitos nutricionales durante el embarazo.7 El peso ideal que se debe ganar es de alrededor de 12.7 a 18 kilogramos.8

Las mujeres embarazadas con bajo peso deben aumentar 150 kcal/día adicionales la ingesta calórica en el primer trimestre, 200 kcal/día en el segundo y 300 kcal/día durante el tercero. Se pueden obtener calorías adicionales consumiendo proteínas magras, cereales integrales, frutas y verduras.7

La nutrición es la piedra angular de la atención durante el embarazo.9

Carbohidratos 45-64 % de las calorías diarias, lo que incluye aproximadamente 6-9 raciones diarias de cereales integrales
Grasas 20-35 % de la ingesta calórica diaria, similar a las mujeres no embarazadas
Proteínas Se recomienda una ingesta diaria de 60 g/día
Folato, calcio y hierro Son vitales durante el embarazo, pues favorecen varios procesos esenciales para el crecimiento y el desarrollo del bebé
Suplementos multivitamínicos Recomendados antes de la concepción y durante el embarazo para compensar la carencia de nutrientes durante el periodo crítico
  • Las intervenciones eficaces para mejorar la salud también son vitales para mejorar el estado nutricional de la mujer y ayudarla a alcanzar los objetivos de aumento de peso gestacional.

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